¿Estás buscando inspiración para hacer de tu aula o tu centro un espacio inclusivo y transformador? Entonces no te puedes perder «Pequeños pasos para la escuela, grandes saltos hacia la inclusividad», en el que Birginia Pozo González, gran experta en el tema, nos invita a construir una escuela donde todo el alumnado se sienta seguro y valorado, dándonos ideas prácticas y muy motivadoras para lograrlo.
Desde la importancia de un liderazgo comprometido con el bienestar de todos los miembros de la comunidad escolar, así como el papel fundamental que desempeña el profesorado en la creación de un entorno seguro y respetuoso para todos y todas. Además, Birginia también nos habla de la necesidad de involucrar activamente a las familias en el proceso, así como de repensar el diseño de los espacios escolares para fomentar la inclusividad.
En definitiva: El liderazgo comprometido, un profesorado empático, familias aliadas y espacios inclusivos… ¡Cada pequeño gesto cuenta!
Aquí os dejamos su interesante visión alrededor de uno de estos cuatro pilares fundamentales: el diseño de espacios. Podéis leer el artículo completo haciendo clic aquí.
Podéis encontrar este contenido dentro de la Revista Aula – Diversidad y perspectiva de género (nº 326) en la que, además, encontraréis artículos tan interesantes sobre este tema cómo:
- De Mikel a Nerea: En este artículo se presenta el proceso que ha llevado a cabo la Ikastola de Otxandio para abordar desde todos los ángulos el proceso de transición de género de una alumna. Así mismo aparece el testimonio de primera mano de la madre de Nerea, quien explica sus temores y las complicidades que se establecen para garantizar al máximo el bienestar emocional de su hija y el cambio de mirada de todos los agentes implicados. Todo ello como un aprendizaje de vida por parte de toda la comunidad.
- Pero, entonces, ¿eres chico o chica?: La diversidad de género es uno de los retos que debe abordar la escuela, quizá una de los más complicados porque la sociedad ha establecido códigos muy concretos sobre la identidad y el cuerpo. Pero, por suerte, hay muchas gamas de colores en el mundo. Nuestra experiencia demuestra que, mediante la práctica cotidiana en las escuelas, se puede hacer una enseñanza más inclusiva, para que todas las personas tengan su lugar y sean aceptadas tal como son.
- Pequeños gestos, grandes cambios: En el curso 2017-2018, desde el equipo directivo del CEIP Gurutzeta, decidimos que los baños de la escuela no estuviesen segregados por género y fuesen más inclusivos con toda su comunidad educativa. Cualquier cambio es difícil y esta iniciativa produjo cierta perplejidad y desasosiego entre algunas personas; sin embargo, en poco tiempo, con un buen trabajo e información a toda la comunidad se consiguió normalizar la nueva situación.