Es indudable que la función de la música y el músico en la sociedad ha experimentado un notable cambio desde que hicieron su aparición los medios de reproducción sonora susceptibles de ser conectados a la red eléctrica o de funcionar con pilas.
Desde entonces, la música en vivo como actividad cotidiana va desapareciendo de los cafés, se hace menos teatro musical y ópera, hay menos actuaciones en los kioscos de los parques, hay menos sociedades corales donde se encuentran periódicamente los aficionados para cantar juntos y los oficios religiosos casi nunca se llevan a cabo con músi…