En los terrenos del Instituto de Educación Secundaria La Rosaleda de Málaga se acaba de construir un pequeño pero bello edificio de una sola planta coronado por la cúpula de un observatorio astronómico. Después de un año de obras, reina en él una extraña calma que pronto será rota por el bullicioso y alegre trajín de un centro de ciencia moderno. Ese momento será la culminación de años de trabajo de un numeroso equipo de profesores y profesoras de ciencias que un día soñaron con tener en Málaga un museo interactivo de ciencias.
Hace más de quince años, algunos profesores y…