En un primer paso, observar las peculiares maneras cómo otros artistas entienden el mundo natural, después buscar la huella de la naturaleza en nuestra ciudad y, finalmente, proyectar nuestra visión mediante el micromundo. No se trata solo de racionalizar lo que vemos, sino que también debe pasar por la criba de las emociones, porque es entonces cuando el arte se convierte en una herramienta para explicarnos.
Niños y niñas escribiendo en el mural de las sensaciones al terminar de ver la exposición
El día que un grupo de maestros y maestras …