Las palabras hablan a menudo de aquello que más nos hace vibrar, nos preocupa o nos ocupa directamente. Y las frases: “No tengo tiempo”, “No llego”, “Voy estresado (o estresada)”, “Corre, que llegamos tarde”, “Venga, ya deberías haber acabado” son eco del poder del reinado del dios Chronos en la sociedad del siglo XXI. Seguramente, estas expresiones ganarían un ranking muchos días de nuestra cotidianidad.La vivencia del tiempo que tienen las criaturas, y también las personas ancianas, es diferente. No obstante, estamos llegando a unos niveles de velocidad en los que estamos dejando que…
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