En los últimos años, la importancia y la valoración de la inteligencia emocional ha ido en aumento. Sobre todo a partir de la aparición de diferentes estudios científicos que han considerado esta parcela de nuestro ser una parte básica en el crecimiento global de las personas. Se ha constatado, tanto desde el punto de vista psicofisiológico en la anatomía del cerebro como desde el punto de vista práctico, la gran influencia de las emociones y las interrelaciones que se dan entre éstas y el pensamiento, así como sus repercusiones en nuestra manera de ser, de sentir, de relacionarn…