En las escuelas suelen priorizarse las actividades de desarrollo motriz a las de relajación y concentración porque posiblemente no se conoce la metodología adecuada. Por eso decidimos experimentar con el yoga.
La propuesta surgió aprovechando la llegada de una maestra en prácticas con experiencia como monitora de yoga en el aula de dos años.
Al principio tan solo se tratará de un juego, casi tan simbólico como los que los niños y las niñas practican. Pero a la larga se establecerán las conexiones entre lo que pueden hacer y lo que pueden imaginar.