Introducción
No es exagerado asegurar que la evaluación se ha convertido en estos últimos años en el centro de gravedad del proceso educativo. Hasta hace poco tiempo, en una interpretación muy restringida del término, se asimilaba “evaluación” a “calificación”. Evaluar era adscribir un alumno a un grupo, grupo que venía definido por el nivel de conocimientos de ciertos contenidos y de la capacidad de empleo de algunas rutinas directamente asociadas a ellos.
Hoy, sin embargo, el concepto de evaluación ha sufrido un cambio profundo, ampliando de manera señalada sus funciones y sus c…