Durante el último siglo ha habido un esfuerzo para mejorar las condiciones de la infancia y con no pocos éxitos: cuidados de la salud y reducción de la mortalidad infantil; el sistema legal reconoce los derechos de los niños y los protege frente a los maltratos, los abusos y la explotación; mejora de la oferta educativa institucional; incremento de la comprensión de las necesidades educativas y de los factores que optimizan el desarrollo personal de los más pequeños; y aumento notable de la cualificación de los profesionales de la infancia. Estos indicadores empujan al optimismo. S…
Contenido solo disponible para suscriptores
Accede a este artículo individual por solo
0$ IVA incluido
Descubre todo nuestro contenido sin límites
¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión