Los productos publicitarios comparten con otros discursos que circulan con profusión por todos los ámbitos de la vida social (los debates, las intervenciones parlamentarias, la propaganda política, los mítines, los sermones religiosos o los subgéneros judiciales, por poner algunos ejemplos) dos características pragmáticas esenciales: pretenden orientar la opinión o la conducta de los destinatarios y se articulan sobre la dimensión persuasiva y argumentativa del discurso.
Los anuncios publicitarios, en cuanto textos retóricos, tienen, por lo tanto, una finalidad esencialmente persua…