Gimeno (1992) afirma que la evaluación constituye una acción muy compleja. Sin embargo, probablemente es en la práctica educativa donde el profesorado menos se cuestiona o piensa por anticipado las diferentes posibilidades que pueden tener delante de sí. La evaluación debe ser considerada un elemento más del proceso educativo, y no una mera actividad terminal que marca el final de un proceso de enseñanza y de aprendizaje. Para ello, se parte de la idea de que la evaluación constituye un elemento educativo que permite mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje, atendiendo, de est…
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