Ser competente implica utilizar de manera efectiva conocimientos, habilidades y actitudes en contextos diferentes. Por esta razón, el nuevo currículo favorece, a través de cada materia, la adquisición de las competencias básicas. Si nos centramos en la educación física, las dos competencias de nuestra área relacionadas con la nutrición y prevención de enfermedades son: trabajo y cuidado del propio cuerpo, y práctica de hábitos saludables. Ejercitar de forma regular y continuada estas dos competencias nos hace sentirnos mejor con nuestro cuerpo, aumenta la autoestima y, en defini…
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