Aprender a leer no es muy distinto de aprender otros procedimientos que se enseñan en la escuela. Requiere que el alumno atribuya sentido a la lectura, que cuente con recursos cognitivos suficientes para hacerlo y que tenga a su alcance la ayuda insustituible de personas que confíen en la competencia del niño y que sepan intervenir para fomentarla. Como ocurre con otros aprendizajes, no se realiza de un día para otro, ni se consigue su dominio de una vez para siempre. Se trata de un proceso dilatado, a lo largo del cual se incrementan las posibilidades del lector y le acercan a la image…