Ya desde la antigüedad los médicos sabían que algunos oficios y actividades podían causar enfermedades. En Mesopotamia existían normas de protección laboral, mientras que en el Papiro Ebers, que fue redactado en el antiguo Egipto, el estrés ya se menciona como causa de determinadas dolencias. Hipócrates solía solicitar a sus pacientes un historial laboral detallado y era consciente de que ciertos oficios y artes generaban importantes dolencias a los que los ejercían. Por su parte, Aristóteles escribió sobre la enfermedad de los corredores portadores de mensajes. También Platón…
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