Alumnado con pérdida auditiva

Los centros educativos se enfrentan al desafío de capacitarse para promocionar y dar apoyo a la participación y aprendizaje de todo su alumnado, cada vez más diverso. La educación inclusiva ofrece a la totalidad de los alumnos y alumnas, sin distinción, situaciones educativas y sociales que determinarán el desarrollo de sus distintas capacidades, así como sus posibilidades de adaptación e integración futura en la sociedad. En este capítulo se aborda la influencia de las etiquetas diagnósticas en la acción educativa, las transformaciones necesarias a fin de avanzar hacia una escuela para todos y algunos de los cambios que han influido en los planteamientos educativos (o de enseñanza-aprendizaje) en las aulas, así como también el tipo de alumnado en el que nos centraremos: alumnos con pérdida auditiva.

Se produce pérdida auditiva cuando hay una interrupción en el camino que ha de seguir la señal sonora en el órgano de la audición, causando una disminución de la captación de los estímulos sonoros del entorno. En este capítulo se especifica cuáles son los comportamientos y actitudes que pueden tener su base en dificultades auditivas, mostrándonos cuál es el proceso de derivación para establecer un diagnóstico de pérdida auditiva y los instrumentos necesarios para llevarlo a cabo. Asimismo, se presentan las prótesis auditivas (audífonos e implantes cocleares) y las ayudas técnicas, como el equipo de frecuencia modulada (FM) y el bucle magnético, dirigidas a mejorar la audición, destacándose también la importancia del acompañamiento a la familia en el proceso de diagnóstico.

La variabilidad entre las personas que presentan alteraciones en su capacidad auditiva es similar a la que existe entre personas oyentes, ya que la interacción entre pérdida auditiva, características personales y factores ambientales configura el desarrollo de maneras diversas. En este capítulo se aborda en qué medida una pérdida auditiva puede influir en un niño o niña y modificar su relación con el entorno, especificándose algunas pautas para que esa merma de la audición no interfiera en su evolución y progreso personal, así como algunas orientaciones para ayudar a la familia a comprender su papel.

Una pérdida auditiva durante la infancia puede influir en la manera de captar la información y de comunicarse. En este sentido, será esencial las múltiples y variadas interacciones del niño o la niña con las personas de su entorno, interacciones que irán configurando un desarrollo determinado. De aquí la necesidad de efectuar una evaluación para conocer al alumno y su medio familiar, lo cual permitirá adecuar la respuesta educativa a sus necesidades particulares. En este capítulo se aboga por implementar dicha evaluación en diferentes momentos del proceso educativo, identificando qué aspectos básicos evaluar a lo largo del mismo. De esta manera se podrá determinar qué instrumentos utilizar en las distintas situaciones, con qué profesionales colaborar y, por último, qué canales de comunicación y cooperación establecer entre la familia y el centro educativo.

La capacidad del entorno para ajustarse a las características de un niño o niña con pérdida auditiva será determinante para que este impedimento sea o no una barrera que obstaculice su desarrollo comunicativo-lingüístico, cognitivo y del aprendizaje y, finalmente, social y personal. En este capítulo se plantea cómo evitar que las dificultades auditivas supongan una traba al progreso personal del alumnado con dicha discapacidad y cómo llevar a cabo la acción educativa en las diferentes etapas. Para ello, se detallan aquellos aspectos que inciden específicamente en la educación de estos alumnos y alumnas y cuál es el papel de la familia en su proceso educativo.

Para que una escuela o instituto se defina como inclusivo es necesario que su proyecto educativo (conjunto de valores en los que se basa su cultura) establezca una serie de principios que lo caractericen como tal. Para el alumnado (y también, claro está, para aquellos con pérdida auditiva), tales valores son muy importantes, pues estos se concretarán en una determinada planificación y organización del centro, y en una praxis que, según cuales sean aquellos principios, pueden mejorar o interferir el desarrollo iniciado en el entorno familiar. En este capítulo se aborda el centro educativo como un marco institucional y relacional sensible a la inclusión, presentándose algunas características organizativas propias de este tipo de establecimientos escolares cuyos docentes y alumnos tienen en cuenta las barreras para la comunicación, la participación y el aprendizaje de aquellos alumnos y alumnas con una merma auditiva.

Libro que trata sobre los avances tecnológicos, los nuevos conocimientos sobre comunicación y adquisición del lenguaje y los nuevos planteamientos educativos que han comportado un cambio de mirada en la educación de los alumnos con pérdida auditiva y que permiten al profesorado reflexionar y dar la respuesta adecuada cuando un alumno con pérdida auditiva llega a nuestro centro. ¿Cómo me comunicaré con él? ¿Qué puedo hacer para ayudarle a interaccionar con sus compañeros? ¿En qué grado la dificultad auditiva influirá en su desarrollo y en su aprendizaje? ¿Qué cambios y estrategias debo introducir para facilitarle el aprender? Se ofrecen propuestas, criterios, instrumentos, orientaciones y ejemplos.