Alumnado con trastorno del espectro autista

Este capítulo se centra en la importancia de la detección para una valoración diagnóstica y una intervención precoz. Para ello, se describen distintos instrumentos necesarios para detectar a alumnos con trastornos del espectro autista en la escuela y en las diferentes etapas educativas, mostrándose diversos indicadores de alerta que facilitan dicha detección. Asimismo, se aboga por adoptar un trabajo de carácter colaborativo entre los diferentes profesionales y la familia a fin de proporcionar todas las ayudas y estrategias educativas convenientes para el bienestar del niño o la niña.

En el trabajo con alumnado con trastorno del espectro autista son esenciales la detección, el diagnóstico y la evaluación. Estos tres elementos son tratados en este capítulo ampliamente, así como el sentido de la evaluación desde un punto de vista pedagógico, didáctico e inclusivo. Para ello, se recalca la necesidad del trabajo en equipo del maestro o maestra con otros profesionales y la propia familia durante el proceso evaluador del niño o niña con dicho trastorno. En este sentido, se describen todos los elementos presentes en la dimensión comunicativa de la evaluación, las estrategias valorativas y las propuestas de instrumentos que se pueden utilizar en la escuela.

La intervención educativa en casos de trastorno del espectro autista es fundamental. En este proceso destacan el trato adecuado con respecto a la intervención y la importancia del rol del docente para generar entornos de bienestar. Estos elementos son tratados en este capítulo, en el cual se describen además estrategias para facilitar la comunicación y se ofrecen elementos para ofrecer un contexto organizado, comprensible y seguro para que estos alumnos puedan desarrollarse adecuadamente. Asimismo, también se aborda la necesidad de formación y asesoramiento para la elaboración de materiales adaptados a estos casos.

La atención de este capítulo se focaliza en la familia del alumno con trastorno del espectro autista: en concreto en cómo aprender a escuchar las inquietudes de madres y padres y construir una visión compartida fundada en un mejor conocimiento de su contexto, expectativas, soportes y preocupaciones, enfatizándose la importancia del apoyo personal, escolar y social a estas familias. Asimismo, se realizan diferentes aportaciones relacionadas con la actitud del maestro o maestra ante las familias y la visión global desde el centro educativo, destacándose la importancia de una buena y constante comunicación entre docentes y familias.

Este capítulo se centra en los procesos de escolarización de los alumnos con trastorno del espectro autista. Se aborda, básicamente, cómo ir avanzando hacia una escuela inclusiva, la necesidad de la implicación institucional y la cultura del centro, las medidas pedagógicas más adecuadas que debe contemplar el proyecto curricular del establecimiento escolar y las diferentes dimensiones de una educación de carácter inclusivo. Asimismo, el capítulo ofrece diferentes ideas para analizar la propia práctica docente desde una perspectiva inclusiva.

Pretende ayudar a los docentes a conocer cuáles son las potencialidades y necesidades de estos alumnos, teniendo en cuenta las dificultades que el trastorno les genera en su forma de aprender y relacionarse. Se aportan recomendaciones, sugerencias y estrategias para llevar a cabo una intervención que facilite las condiciones adecuadas para conseguir su máxima integración personal y social posible. Asimismo plantea también una intervención global en colaboración con la familia y otros profesionales que atienden a estos alumnos fuera del contexto escolar.