Informática y educación / La convivencia en los centros

El propósito de este artículo no es, sin embargo, cantar las excelencias de las redes de telecomunicaciones ni de los servicios que pueden tener interés educativo, sino proporcionar algunos elementos de reflexión sobre un tema que, a buen seguro, se planteará cada vez con más urgencia dada la evolución del fenómeno. Evolución que, somos conscientes, volverá obsoletos estos comentarios en el momento de escribirlos.

El libro de texto está presente en todos los niveles del proceso educativo. La escritura de la información y de los conocimientos para su acceso a través de la lectura es, desde siglos, un camino irrenunciable en la educación. El objetivo de este artículo es exponer las propiedades que adquieren el libro, el texto y el libro de texto cuando se escribe en hipertexto, y dejar al lector de este artículo que valore las posibilidades que se le abren.

La entrada en el Parvulario supone para muchos niños el primer contacto con la institución escolar. A pesar de que en ciertos momentos de la historia se haya concedido poca importancia a esta etapa de la educación, las teorías pedagógicas actuales otorgan a este período una importancia capital, ya que es en él donde se sientan las bases de los futuros aprendizajes y se adquieren unos hábitos de conducta y de convivencia fundamentales en la educación del alumno.

Está claro que, ante de las nuevas tecnologías y el avance de los sistemas de comunicación, la escuela no debe mantenerse al margen y ha de adaptar estas tecnologías al ámbito escolar. Hemos de tener muy claro que nuestra propuesta de trabajo está fundamentada en la concepción del ordenador como una herramienta de la cual nos podemos servir y que, a su vez, el ordenador no puede suplir nunca la función pedagógica del docente.

Presentamos a continuación algunas de las obras publicadas sobre informática y educación en el período comprendido entre 1980 y 1995. Quince años de publicaciones de referencia obligada y de gran utilidad para los profesionales de la educación que deseen iniciarse o profundizar en la temática que nos ocupa.

Es evidente que hay unas escuelas más conflictivas que otras; aunque no podamos tener la certeza de que haya un «perfil» de escuela conflictiva; aunque nos obstinemos en decir que el barrio, la problemática social, los índices de fracaso escolar, etc. son síntomas o indicios de conflictividad; aunque parezca que en unos países hay más conflictividad que en otros… El conflicto es algo intrínseco a la convivencia. Nadie, ningún grupo humano, ninguna pareja por más reciente que sea, e incluso aunque disponga de una coraza ideológica tipo «opus», está a salvo de conflictos. Convivir produce roces, y estos pueden ser de diversa naturaleza y gravedad.

En los últimos años he tenido que dedicar algunos espacios de reflexión a la llamada cuestión de la disciplina siempre con la sensación de que el nombre encubría un conjunto diverso de dificultades y preocupaciones educativas, nuevas y antiguas. Considerada en abstracto, diríamos que la disciplina es el conjunto de mecanismos y estrategias que permiten crear en el aula un clima educativo, aunque algunos maestros _y profesores prefieren considerarla como la estrategia de la calma, la tranquilidad y el control para poder enseñar.

En Amara Berri, la organización del alumnado forma parte de un sistema. A mi entender, el que sea sistema es la característica o, mejor dicho, el ser del Centro. Decimos sistema porque sus componentes -personal humano, elementos físicos, intencionalidad educativa, estructura organizativa, actividades vitales, metodología, recursos etc.- están en constante interacción, y sólo en función de su ordenación sistemática e interactiva tiene sentido cada uno de ellos. Es un sistema de trabajo, no un método; un sistema interdisciplinar, conceptual, organizativo, de planificación, de reflexión y de análisis, de toma de decisiones. No existe ningún elemento aislado. En este sistema se integran todas las relaciones que se generan.

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Estos tres últimos años, un grupo de profesores y alumnos estamos realizando una serie de experiencias relacionadas con el aprendizaje-enseñanza en el Área de la Educación Artística Plástico-Visual y en particular sobre el desarrollo del Pensamiento Espacial en la Educación Infantil.

En los centros ordinarios con unidades de educación especial (EE), la práctica más habitual para dar respuesta a las necesidades educativas especiales (NEE) que presenta el alumnado es mediante la atención a tiempo parcial en dichas unidades, distribuyendo a los alumnos en pequeños grupos o, en algún caso, de forma individual. Sin embargo, existen otras experiencias alternativas de organización, tales como la intervención del propio especialista dentro del aula ordinaria y distintos tipos de agrupamientos por ciclos, que facilitan la atención a la diversidad del alumnado de una forma más normalizada.

Este artículo corresponde a una experiencia didáctica desarrollada durante el curso académico 1992-1993 con el alumnado de 8º de EGB del CP Roger de Llúria de Comella de Llobregat (Barcelona). El trabajo se enmarca en una línea de investigación iniciada hace dos años por los mismos autores, con una experiencia similarllevada a cabo en el CP Ramon Muntaner, del barrio de Bellvitge de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). La presente experiencia se propuso evaluar el nivel de conocimiento que nuestro alumnado poseía de su barrio y de la ciudad a la que pertenecen, Comellà de Llobregat, y averiguar su grado de integración en ambos ámbitos urbanos.

El saber estudiar y dominar las técnicas de trabajo intelectual constituye actualmente una exigencia básica, debido al progresivo aumento del fracaso escolar, el cual se incrementa en la segunda etapa de EGB y continúa en las Enseñanzas Medias. Se cree que una gran parte de dicho fracaso viene determinada por no haber recibido el alumno un entrenamiento específico, sistemático y de desarrollo de las habilidades que necesita tener para comprender y manejar textos, libros, documentos, mensajes, etc.

Desde nuestra experiencia como asesoras de formación en la elaboración de los PCC, tanto de Primaria como de Infantil, hemos comprobado que una de las dificultades que se presentan es la de reflejar por escrito las decisiones o los acuerdos que se toman en los equipos docentes. Ante este hecho, la intención que nos ha movido a confeccionar estas plantillas ha sido la de facilitar la elaboración y visión conjunta de los distintos elementos del Proyecto Curricular de Educación Primaria, aunque también se pueden adaptar a Educación Infantil y a Educación Secundaria Obligatoria.

Como ya indicábamos, este instrumento analizará los materiales impresos atendiendo a las dimensiones que siguen: objetivos, contenidos, planteamientos metodológicos a que responde, actividades, recursos didácticos que utiliza, el lenguaje y los aspectos materiales.

En la actualidad, los profesionales que trabajamos en el mundo de la enseñanza conocemos la importancia que tiene partir de las ideas previas de los estudiantes para poder conseguir aprendizajes significativos. Las ideas previas son construcciones personales que poseen los estudiantes y que se han ido elaborando en su interacción con las estructuras del medio ambiente.

Desde el punto de vista de los interesados en el estudio y comprensión del desarrollo psicológico de las personas -y entre ellos se cuentan, sin duda, quienes tienen asignada la tarea de fomentar y apoyar desde la escuela ese desarrollo-, la adolescencia aparece como una etapa al tiempo particularmente atractiva y especialmente difícil y compleja.

Este artículo está dirigido a los profesores que odian, temen, recelan de o simplemente conviven con los ordenadores en su escuela. Y también a aquellos que nunca los han visto, al menos en su actividad docente. Éste no es un artículo sobre ordenadores: es un artículo sobre cambios. O quizás sobre el cambio. Los ordenadores en la enseñanza están cambiando. Están cambiando ellos, los ordenadores. Están cambiando su función en un marco educativo. Y están cambiando la enseñanza. En este artículo presentaré en qué consiste ese cambio y cómo nos afecta a todos los profesionales de la Educación.