La escuela, además de ser un espacio clave para la transmisión de conocimientos específicos, es el lugar donde los jóvenes construyen parte de su identidad. De los profesores se espera que enseñemos una serie de nociones recogidas en las programaciones oficiales de cada asignatura, pero, paralelamente, existe un currículo oculto (Jelin y Lorenz, 2004, p. 4) que también puede ser transferido a los adolescentes. El uso de la historia oral como práctica metodológica constituye un estímulo eficaz para conseguirlo, pues los chicos, a partir de las fuentes orales, pueden recuperar la hi…
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